martes, 8 de enero de 2019

#EQUILIBRIO EN EL #ADULTO

El equilibrio es una habilidad imprescindible para la vida diaria, que requiere la compleja integración de información sensorial con respecto a la posición del cuerpo en relación con el entorno y la capacidad de generar respuestas motoras apropiadas para controlar el movimiento del cuerpo.
La evaluación del trastorno del equilibrio en los pacientes geriátricos suele ser una experiencia fustrante debido a la variedad de síntomas que presentan, la falta de hallazgos específicos en el examen físico o en los test diagnósticos y la cantidad de causas probables.

Las caídas representan uno de los problemas más serios asociados a la longevidad. Estas marcan el comienzo de la declinación de la función y la independencia siendo la causa más importante de hospitalización relacionada a lesiones en la población adulta mayor. Uno de cada 3 pacientes mayores de 65 años sufre por lo menos una caída al año y el 10 al 15% de esas caídas se asocian a una lesión grave. La lentitud de los reflejos y la osteoporosis hacen que caídas menores resulten en lesiones graves.
Los factores de riesgo para caídas son debilidad muscular, historia de caídas, alteraciones de la marcha y del equilibrio, deficits visuales, artritis, el uso de ayuda marcha. También tienen mayor riesgo de caídas los pacientes con dificultades para realizar las actividades de la vida diaria, compromiso cognitivo, los mayores de 80 años y los que ingieren 4 o más medicamentos

El ejercicio reduce el riesgo de caídas, así como de depresión y mejora la calidad de vida en los mayores con mareos
Se debe planear una estrategia de tratamiento individualizado, teniendo en cuenta las discapacidades propias de cada paciente, las limitaciones de actividades y la calidad de vida, buscando reducir el riesgo de caídas asociado. Gill-Body (33) sostiene que las estrategias de intervención deben tener en cuenta el compromiso musculo-esquelético, así como los componentes sensoriales y motores que intervienen en el control postural. 

Se ha demostrado que la terapia de rehabilitación vestibular es efectiva para reducir el riesgo de caídas, tanto en los adultos jóvenes, como en los mayores. 
Se recomienda un programa de rehabilitación vestibular, que incluya entrenamiento del equilibrio y de la fuerza muscular sin importar la edad del paciente. Se ha demostrado que la edad avanzada no disminuye los beneficios de la rehabilitación vestibular.
Es fundamental que se los estimule a seguir con actividad física regular, de acuerdo a sus posibilidades, una vez finalizada la terapia.

El buen equilibrio previene las lesiones, mejora el rendimiento deportivo y facilita las actividades de la vida diaria a medida que avanza su día. Los ejercicios de equilibrio son especialmente importantes para las personas mayores, que lamentablemente experimentan una alta tasa de lesiones y muertes debido a la disminución de los sistemas físicos, incluido el sistema de equilibrio.

Autora: Dra. Carolina Melián