miércoles, 19 de junio de 2019

#VARICES Y #ACTIVIDAD #FÍSICA

Las varices son dilataciones de las venas a causa de una acumulación anormal de sangre debido a la debilidad, a menudo heredada, en las paredes y válvulas de las venas superficiales.
Las venas tienen unas válvulas que impiden el retorno de ese flujo sanguíneo hacia el pie y facilitan la subida. Si la vena está dilatada, las válvulas no cumplen su función y el flujo se invierte, lo cual provoca que aumente la dilatación y se produzcan problemas como edemas, hinchazón de la pierna o, en fases más avanzadas, úlceras o flebitis (trombosis de una variz), entre otras.

La actividad física es un elemento fundamental en la mejora de los síntomas. La finalidad de realizar ejercicio es que los músculos de las piernas, al moverse y contraerse, ayuden al bombeo de la sangre hacia arriba y de esta forma evitar la retención de sangre en los tobillos. Con ello mejoraremos la presión en las venas y la sintomatología, pero nunca curaremos la enfermedad,  Las piernas con más liquido retenido pesan más y duelen más por lo que la reducción del mismo ayudará a mejorar siempre.



Los ejercicios recomendados en estos casos son aeróbicos, frente a los anaeróbicos: colocarse de puntillas, mover los dedos de los pies, realizar flexiones y rotación de los pies, movimientos de pedaleo, etc.
Cuidado al caminar en días muy calurosos ya que podría ser contraproducente. “El calor favorece la dilatación de las venas y esto puede empeorar el problema y agravar los síntomas”
Aquí tienes algunos ejemplos de ejercicios que puedes realizar para mantener a raya tus varices:
  • Separación de piernas

    Separación de piernas

    • Tumbado sobre el suelo, o una alfombra o esterilla.
    • Levantar las piernas estiradas, separarlas y volverlas a juntar.
    • Repetir el ejercicio entre 10 y 15 veces.
  • Movimiento de pedaleo

    Movimiento de pedaleo

    • Tumbado sobre el suelo, o una alfombra o esterilla.
    • Pedalear, como en una bicicleta, enérgicamente.
    • Repetir el ejercicio entre 15 y 20 veces.
  • Giros de las piernas

    Giros de las piernas

    • Tumbado sobre el suelo, o una alfombra o esterilla.
    • Levantar una pierna estirada y hacer giros de la misma, como si se estuviera limpiando un cristal, en el sentido de las agujas del reloj.
    • Repetir el ejercicio con la otra pierna.
    • Volver a la primera pierna y hacer los giros en sentido contrario a las agujas del reloj.
    • Hacer lo mismo con la otra pierna.
    • Realizar entre 15 y 20 giros con cada pierna en cada sentido.
  • Flexiones de los dedos de los pies

    Flexiones de los dedos de los pies

    • Con las piernas estiradas, flexionar y extender los dedos de los pies, alternativamente, con una y otra pierna.
    • Repetir el ejercicio 20 veces.
  • Movimiento de los pies

    Movimiento de los pies

    • Sentado en una silla.
    • Separar y juntar las puntas de los pies.
    • Repetir el ejercicio 20 veces.
  • Flexiones de los pies

    Flexiones de los pies

    • Sentado en una silla.
    • Con los talones apoyados en el suelo, levantar la punta de los pies, luego bajarlas y levantar los talones.
    • Repetir el ejercicio 20 veces.
  • Andar de puntillas

    Andar de puntillas

    • De pie y sin moverse del sitio.
    • Repetir el ejercicio varias veces.

  • Andar sobre los talones

    Andar sobre los talones

    • De pie y sin moverse del sitio.
    • Repetir el ejercicio varias veces.

jueves, 13 de junio de 2019

EL #EJERCICIO Y LA #ARTRITIS



La actividad física es muy beneficiosa para casi todas las personas. 
Durante muchos años se pensó que las personas con artritis no debían hacer ejercicio porque lesionarían sus articulaciones. Sin embargo,  se sabe en la actualidad, que esta creencia no es cierta.



Si tiene artritis o una enfermedad relacionada, el ejercicio es benéfico porque le ayuda a:

• Mantener la flexibilidad de sus articulaciones;
• Fortalecer los músculos que rodean las articulaciones para, de esta manera, incrementar su resistencia;
• Retrasar el deterioro del tejido óseo y cartilaginoso;
• Incrementar la fortaleza de sus huesos; 
• Aumentar la capacidad para ejecutar las actividades diarias;
• Mejorar su estado de ánimo
• Mejorar su estado general de salud y su estado físico, de la siguiente forma:
·         proporcionándole energía para que sea más activo físicamente
·         ayudándole a dormir mejor
·         controlando su peso
·         fortaleciendo su corazón
·         disminuyendo la depresión
·         mejorando su autoestima y sensación de bienestar.

El programa más adecuado para usted dependerá del tipo de artritis que tenga, de las articulaciones que estén afectadas y de la gravedad del deterioro. Sin embargo, también se considerará su estado general de salud y su historial clínico. El grado de actividad de su artritis también determinará qué tipo de ejercicios que podrá ejecutar. 

Riesgos de NO hacer ejercicio
Muchas personas con artritis mantienen dobladas las articulaciones que les duelen, porque al principio así se sienten más cómodos. Si sus articulaciones se quedan en una misma posición durante un período de tiempo prolongado, es probable que pierda la capacidad de enderezarlas. Si no se ejercitan, los músculos se encogerán, debilitarán y fatigarán más fácilmente.
Se recomienda que personas con artritis se mantengan activas todos los días y que hagan ejercicio, por lo menos, por 30 minutos la mayoría de los días de la semana.  
En contraste a los múltiples beneficios del ejercicio, hay consecuencias negativas por no hacer ejercicio cual ninguno.

·         Pérdida de fuerza, resistencia y equilibrio
·         Cansarse rápidamente
·         Disminución de la masa y fuerza musculares
·         Menor flexibilidad articular y amplitud del movimiento

Como tiene artritis, es importante que mantenga sus músculos fuertes, sus articulaciones flexibles y que desarrolle su habilidad de realizar ciertas actividades por tanto tiempo como le sea posible (resistencia). Cuantos más fuertes estén los músculos y los tejidos que rodean las articulaciones, mayor será su capacidad de sujeción y protección, incluso de aquellas articulaciones débiles y dañadas por la artritis.
Las personas con artritis frecuentemente se benefician de un programa equilibrado de ejercicios. Este programa debe incluir variaciones de las siguientes clases de ejercicio, que son:  ejercicios de amplitud de movimiento; ejercicios de fortalecimiento; ejercicios de flexibilidad y equilibrio y ejercicios aeróbicos.