De todas las
personas que acuden a consulta en nuestra clínica muchas son pacientes aquejados
de fuertes dolores de cuello y espalda. Y
es que en estas fechas son muchas las personas que han comenzado a ponerse en forma
ante la
proximidad de las vacaciones.
Cuando comenzamos a
hacer ejercicio lo hacemos con muchas ganas y en general esperamos ver
resultados demasiado pronto. Está muy bien empezar
con ganas pero hay que primero aclimatar a nuestro cuerpo a la rutina de
entrenamiento, ya que estas prisas hacen que muchas veces nos forcemos
demasiado y como consecuencia las “non
gratas” lesiones.
Si importante es el calentamiento, no lo es menos estirar al acabar de entrenar,
ya que fomenta la circulación y la elasticidad de los músculos,
favoreciendo la recuperación.
Otra de las principales causas de lesión es el
de mover pesos
excesivos. La carga de peso debe ser progresiva y controlada,
ya que si no es muy posible que no hagamos bien el ejercicio, forzando la
postura.
Es importante dejar descansar el cuerpo y no caer en el sobreentrenamiento.
El cuerpo necesita recuperar entre sesiones de ejercicio. Si no lo dejas
descansar estará débil será propenso a lesionarse.
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Realizar
un calentamiento adecuado y estirar una vez terminado el ejercicio.
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Hidratarse
para evitar roturas fibrilares, daños articulares o tendinitis (antes, durante
y después de entrenar)
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Evita
levantar pesos excesivos y forzar tu cuerpo ya que puedes dañar el músculo.
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Planifica
tu rutina de entrenamiento de forma que no sobrecargues ningún músculo.
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