·
Ejercicio físico: realizar ejercicio físico de forma moderada siempre es positivo
para evitar y prevenir lesiones y dolores. Y durante las vacaciones disponemos
de más tiempo para ejercitarnos. Para personas adultas y de edad avanzada
caminar a buen ritmo es una alternativa al clásico “jogging” muy beneficiosa,
así como la práctica de la natación en piscina o en la playa.
·
Calor o frío localizados: en el caso de contracturas,
malas posturas o rigidez, lo más aconsejable es aplicar calor en la zona
dolorida. Se puede hacer de forma casera, calentando un trapo grueso con una
plancha o en el microondas. Luego se coloca encima del lugar indicado, con
cuidado de no quemarse. En el caso de sobrecargas musculares, golpes o
esguinces, es mejor aplicar frío en la zona afectada. Puede hacerse mediante
una toalla en la que hemos puesto hielo dentro.
·
Relajación: el dolor tensiona nuestra musculatura
y esa tensión produce más tensiones y lesiones. Podemos romper ese círculo
vicioso ejercitando la meditación o las concentraciones guiadas por expertos.
Las vacaciones son un buen momento para empezar a meditar o a profundizar en
técnicas de relajación.
·
Estiramientos: estirar los músculos de la zona
dolorida es muy adecuado para aliviar la sensación de tirantez y rigidez
muscular. Durante el periodo vacacional, las personas que tengan animales de
compañía como perros y gatos pueden observar sus estiramientos constantes que
realizan instintivamente estos animales para aliviar sus contracturas.
·
Descanso: las vacaciones son el momento ideal
para descansar bien y sin restricciones horarias. Es decir, descansar hasta que
el cuerpo diga “basta”. También es importante descansar sobre una superficie lo
suficientemente firme como para que la espalda descanse en posición horizontal
sin hundirse demasiado en el colchón.
https://www.hhp.es/blog/trabajar-sin-dolor/