La coordinación
óculo-motora, también denominada como coordinación ojo-mano o visomotriz, se
puede definir como la habilidad que nos permite realizar actividades en las que
utilizamos simultáneamente los ojos y las manos.
Casi todas las actividades de
nuestra vida diaria requieren de la coordinación óculo-motora, por eso es
importante estimularla y mejorarla.
Ejemplos de su uso pueden ser encajar la
llave dentro de la cerradura, intentar introducir una tarjeta de crédito en la
ranura...
PATOLOGÍAS RELACIONADAS CON UN
DÉFICIT EN COORDINACIÓN ÓJO-MANO
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la coordinación óculo-motora puede fallar incluso si la visión o los ojos de la persona están intactos, y puede fallar igualmente aunque los músculos o el control de la motricidad funcionan adecuadamente.
El cerebro y sus
conexiones neuronales se fortalecen conforme se hace uso de las funciones que
dependen de éstos. Por tanto, si entrenamos frecuentemente la coordinación
óculo-motora, las conexiones cerebrales de las estructuras implicadas en esta
habilidad se fortalecerán. Así, cuando necesitemos coordinar alguna conducta
que implique tanto a nuestros ojos como nuestras manos, las conexiones serán
más rápidas y eficientes, mejorando la ejecución de dicha conducta
Las consecuencias de
padecer una mala coordinación óculo-manual pueden afectar a una gran cantidad
de actividades.
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